La Comisión Europea ha presentado un informe con datos alentadores sobre las proyecciones económicas para la Unión Europea (UE) y, en particular, para España. A pesar de los retos que impone la guerra comercial con los Estados Unidos, se ha elevado el pronóstico de crecimiento para España al 2,9% para el año 2025, cifra que coincide con la estimación que el Gobierno español anunciará próximamente.
Estos nuevos datos reflejan un ajuste positivo en las expectativas de crecimiento económico no solo para España, sino también para el conjunto de la zona euro, que se prevé crezca un 1,3% este año y un 1,2% el próximo.
Esta mejora es de cuatro y tres décimas mejor que lo anticipado en primavera, lo que demuestra una notable resistencia en el mercado laboral y un impulso en las inversiones gracias al fondo europeo de recuperación.
Factores que impulsan el crecimiento
Entre los elementos que explican este crecimiento están el incremento de exportaciones anticipado para mitigar las consecuencias de la guerra arancelaria, así como la fortaleza del mercado laboral que ha sostenido el consumo interno. En este contexto, las inversiones han sido clave, apoyadas por la inyección de recursos del fondo de recuperación europeo, lo que ha permitido a muchos países de la UE presentar cifras más optimistas.
Impacto en el mercado laboral
La capacidad de recuperación del mercado laboral ha sido un factor crucial en la economía española. A pesar de que el paro seguirá por encima del 10%, la llegada de migrantes ha sido determinante para el crecimiento del empleo. Sin embargo, Bruselas ha señalado que si las corrientes migratorias se desaceleran más de lo previsto, esto podría afectar negativamente el dinamismo del mercado laboral y, por ende, las perspectivas de consumo privado e inversión en el futuro.
Proyecciones y desafíos futuros
Respecto a la proyección general para la UE, el acuerdo alcanzado entre Washington y Bruselas en verano ha aportado más certezas sobre el comercio, a pesar de que los aranceles siguen siendo una preocupación importante. Aunque el arancel general del 15% para las exportaciones europeas a EE. UU. es el más alto en casi un siglo, se considera que es relativamente más bajo en comparación con otros socios comerciales, lo que otorga a la economía europea una ventaja relativa.
Además, la tasa de desempleo en la UE y en la zona euro se mantiene alrededor del 6%, lo que es un indicador positivo, aunque existen disparidades significativas entre los estados miembros. Por ejemplo, se espera que la tasa de desempleo en España disminuya del 10% en 2026, marcando un hito significativo en un lapso de aproximadamente quince años.
Inflación y estabilidad económica
La inflación, que había sido un gran desafío en años anteriores, parece estar controlada, con precios que se estabilizan en torno al 2%. Esta situación es favorable para el Banco Central Europeo, que puede deducir estabilidad en su política monetaria, facilitando así el acceso a créditos en condiciones favorables, lo que a su vez estimula la inversión empresarial.
Perspectivas para el sector público
El papel del sector público en la recuperación económica no puede subestimarse. El fondo de recuperación y otras herramientas financieras de la UE son fundamentales para mitigar el impacto de la consolidación fiscal en varios Estados miembros. Esto, a su vez, apoya la demanda interna, que se espera que sea el principal motor del crecimiento en el futuro.
En el contexto de la consolidación fiscal, algunos países como Portugal y España están reduciendo su carga de deuda, con proyecciones de llegar al 90% y 97% respectivamente en los próximos años. Aunque estas cifras aún son altas, representan un avance significativo en comparación con los niveles de deuda de hace cinco años, que rondaban el 120%.
A medida que la UE y España navegan por un entorno económico incierto, las proyecciones de crecimiento actualizadas ofrecen un rayo de esperanza. Con un enfoque renovado en la inversión y el consumo interno, la región tiene la oportunidad de emerger más fuerte ante los desafíos que se avecinan.